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viernes, 20 de junio de 2008

Apuntes para la Revolucion


Como lo dice el titulo estos son apuntes, asi que va a ser desprolijo.
Crear grupos de poder: En nuestra sociedad existen muchos grupos de poder, a veces interrelacionados entre si, a veces no. La dirigencia judia es un grupo de poder. Los partidos politicos son grupos de poder. Las asociaciones economicas son grupos de poder. Los sindicatos tambien. Aca me detengo ya que me parece que la estructura sindical argentina ejemplifica bien lo que quiero decir. Hay muchos sindicatos agrupados en una super-estructura llamada CGT, aparte existe otra grupo de sindicatos llamado la CTA. Cada sindicato por si mismo es un grupo de poder, ya que puede ejercer presion sobre los demas grupos de poder, se mantiene en el tiempo, es abierto a modificaciones y puede llegar a desaparecer. Sin duda para un trabajador la mayoria de las veces es mejor estar afiliado a un sindicato que no estarlo. Un individuo aislado es casi siempre(aunque hay excepciones)mas debil que un grupo de poder. La CTA asi como la CGT serian grupos de poder formados a su ves por otros grupos de poder, serian un super grupo de poder(estos estarian formados por individuos y no por otros grupos de poder). Cuando digo que hay que crear grupos de poder quiero decir que hay que formar agrupaciones, partidos, medios de comunicacion, etc. No se puede enfrentar al poder establecido siendo un individuo aislado. Como dijo el general Perón:"la organizacion vence el tiempo"(espero recordarlo correctamente), pero no solo vence al tiempo, sino que puede llegar a vencer al enemigo.

Promover la autosustentacion y la independencia a todo nivel: Cuanto mas dependemos del sistema, mas nos debilitamos frente a el. No hay que caer en el consumismo. Un pueblo que depende demasiado del extranjero esta condenado a una especie de servidumbre.Los argentinos tenemos la suerte de tener un territorio extenso y pudiera mantener alimentada a su poblacion.
Esta situacion no es aprovechada. Es necesario cambiar radicalmente el esquema de poblacion. No es bueno tener ciudades tan grandes por muchas razones, entre las que estan: consumen demasiada energia, generan muchisimos desperdicios y crean nichos sociales para toda clase de criminales y pervertidos(en el campo tambien pasan un monton de cosas malas pero en menor escala generalmente, aunque tampoco mantener el esquema de campo casi despoblado es bueno). Lo ideal seria tener mas ciudades medianas y chicas. Tambien recuperar los pueblos es un imperativo. Cuando digo autosustentacion quiero decir a nivel nacional, provincial, municipal pero principalmente la idea seria crear unidades de poblacion independientes en temas energeticos, alimenticio y en todo campo de la vida humana que se pueda. Dar la mayor cantidad de libertad posible a cada uno de los ciudadanos. La unidad minima seria la familia. Toda familia tendria derecho a un pedazo de tierra, a un hogar, a las herramientas que necesite para mantener todo eso. En esa tierra cada unidad familiar deberia poder producir algo de alimento y en caso de guerra o alguna catastrofe podria tener lo suficiente para no morirse de hambre y si no hay nada malo, va a poder ahorrar algo ya que no tendria que comprar toda la comida que consume. Con el concepto de autosustentacion e independencia apunto a combatir la dependencia que acompaña la construccion del sistema mundial(el concepto de globalizacion). Tanto el mundo capitalista como el mundo "socialista" estaban basados en ideal similares. Defender la libertad de nuestra nacion y nuestro pueblo es imposible si nos atamos a "creditos", "ayudas", "libre comercio", etc. No hay que renegar completamente del comercio ni el intercambio, pero solo bajo nuestra propias reglas, no bajo las reglas de gringos y semitas altaneros y aprovechados.

Parasitar el sistema: Mientras se crean grupos de poder, mientras se intenta cortar los lazos de dependencia que nos atan al sistema tambien es necesario destruir la estructura que mantiene la situacion actual. Las fuerzas capitalistas mundiales fueron y son excepcionales en parasitar, corroer y destruir cualquier amenaza que se le presente. Es necesario combatir el veneno con contra-veneno. Con esto quiero decir que se pueden usar eventualmente las herramientas que nos da el sistema. Usar los medios de comunicacion, entrar en politica, entrar en la mayor cantidad de grupos que podamos(no necesariamente politicos), organizar boicots, organizar cooperativas, etc. Esto no se debe abandonar nunca. Como dijo un gran pensador:"la eterna vigilancia es el precio que hay que pagar por la libertad"
¡¡¡Viva la Revolucion!!!
¡¡¡Viva Argentina!!!

¡¡¡Libertad o muerte!!!


El pueblo argentino necesita la libertad. Nuestro pueblo no es un pueblo que pueda tolerar por mucho tiempo a la tirania explicita. Lamentablemente si se acostumbro a la tirania oculta, que nos domina(o lo intenta constantemente por lo menos).
¿Sera necesario la disolucion, la dominacion mas cruel por los nuevos emperadores mundiales para que el pueblo argentino vuelva a luchar?
¿Sera necesario que toquemos el fondo para que las conciencias se despierten?
¿Es posible todavia que el pueblo argentino se despierte y luche por sus derechos?
Para cualquier nacionalista honesto es dificil y doloroso pensar en la situacion actual y en el futuro cercano, ya que este parece muy malo para nuestro pueblo.
Yo creo en mi pueblo a pesar de todo. Nada va ahogar mi fe en el pueblo argentino. Sin importar lo que pase. La chispa de la conciencia revolucionaria, el alma de la revolucion todavia esta viva en este pueblo. La mayoria es indiferente sin duda, pero nuestra dignidad como nacion no esta perdida y solo lo va estar cuando el ultimo de nosotros este muerto.
Dijo un gran hombre que es mas facil que dominen a un pueblo en base de su propia ignorancia que usando la fuerza. Lo que era verdad hace 200 años sigue siendo verdad ahora. Despertar las conciencias usando la educacion es una tarea titanica.
Educar, informar, desenmascarar las conspiraciones, mantener vivo el ideal nacionalista es nuestra tarea por ahora. Hay que mantener vivo el proyecto nacionalista hasta que lo politicamente imposible se vuelva politicamente inevitable.
¡¡¡Viva la Libertad!!!
¡¡¡Viva Argentina!!!

martes, 17 de junio de 2008

Los muertos de Stalin





La revolución rusa de Octubre que se postulaba como “prólogo” de la revolución mundial, acabó sacrificando dicha revolución a sus propios intereses de “Estado nacional”. Para mayor conocimiento anexamos una entrevista con el historiador ruso Viktor Zemskov,

Esta fue la gran paradoja del “siglo corto” que habla Eric J. Hobsbawn, un historiador que también perdió su fe en un “socialismo” en el que la disidencia era castigada duramente, a veces con la muerte y con el escarnio, como sucedió con los antiguos bolcheviques según documenta de manera inapelable Pierre Broué en su obra-testamento, Comunista contra Stalin (Ed. Sepha, Málaga, 2008), que el pasado día 11 de junio presentaron en la Biblioteca Histórica de Madrid, Javier Maestro, Andy Durgan y Juan Manuel Vera, actividad que la Fundació Andreu Nin espera a realizar en otros lugares.

El título estaba indudablemente tomado de otro, Los bolcheviques contra Stalin, que se editó en varias lenguas y que recogía diversas aportaciones oposicionistas, entre ellas la muy excelente de Christian Rakovski, Los peligros profesionales del poder, también conocida como la Carta A Valentinov, y que aquí nos llegó en uno de los primeros números de la revista Acción Comunista

Para operar semejante transformación, tuvo que transcurrir una compleja historia que comienza con las propias limitaciones objetivas de la revolución. En 1917, ningún marxista creía que en la atrasada Rusia existieran las condiciones materiales para emprender el camino hacia el socialismo; antes tendría que desarrollarse la revolución democrática de signo burgués…Pero dado que la burguesía temía más a la clase obrera que al zarismo, los bolcheviques asumieron la responsabilidad de una revolución democrática (reforma agraria, derecho de autodeterminación, paz unilateral, etc), pero en nombre de la clase obrera en unión con el campesinado…No era la revolución socialista, sino la ruptura del eslabón más débil del imperialismo, un primer paso que prologaba la revolución social europea que se veía venir, pero que fracasó en un primer momento (1918-1923), en un tiempo en el que la Internacional Comunista apostó fuerte por dicha extensión.

No solamente se atrasó la revolución europea, también Rusia sufrió una guerra nacional-internacional que si bien acabó en victoria dejó al país literalmente al borde del abismo…En estas condiciones, sobre la base de un atraso brutal, de la destrucción de la vanguardia obrera, y del sacrificio del partido de la revolución, surgieron dos opciones: la que representaba el último Lenin, profundamente autocrítica que apuntaba contra un “aparato burocrático” que había ido creciendo (sobre la base de unas tradiciones de siglos), y la que representaba el más nacional de los bolcheviques, Stalin, alguien que no había tenido especial relevancia hasta entonces pero cuya capacidad en los pasillos del poder se mostró especialmente adaptada a las nuevas circunstancias. El balance está ahí, una historia de desastres que culmina con la “caída” del “socialismo real” que en ese momento sufría tal desprestigio que su caída no suscitó la menor resistencia social.

Obligado a cabalgar el tigre del atraso con métodos zaristas pintados de rojo, Stalin lideró una revolución industrial bajo unos esquemas organizativos que han sido definidos como “faraónicos” (lo cual no es muy correcto), establecer un sistema de terror ilimitado, sacrificar el Komintern para sus propias exigencias diplomáticas, y reescribir la Historia a su medida. Tanto es así, que toda oposición quedó catalogada como expresión de una “quinta columna” que trabajaba desde antes de la revolución, al decir de Nikolai Bujarin, una absurdidad no inferior a la que hubiese sido atribuir a Nicolás II el liderazgo de la revolución de Octubre. El lector podrá encontrar una investigación rigurosa y razonablemente objetiva en el libro de Moshe Lewin, El siglo soviético (Crítica, 2007), obra escrita muy especialmente para desmontar y ridiculizar todos los “libros negros” del neoliberalismo, libros cuya influencia se puede percibir, no ya en la prensa de derecha, también entre los “expertos” en sovietología de El País como el antiguo carrillista Antonio Elorza, quien pone a Lenin a la altura de Stalin (y de Hitler), aunque al misma tiempo tiene la más alta estimación por la política rusa en la guerra civil española.

Resulta curioso que entre los “negacionistas” del estalinismo se trate de echar mano de autores cuya principal vocación es reconstruir la verdad del Gulag con su cronología básica (1932-1940), y con una descripción de sus principales víctimas (la vieja guardia bolchevique), al tiempo que apuntan contra los abusos de lo que se ha llamado el “canon Soljenitsin”, cada vez más desprestigiados. Según se puede leer en diversos trabajos que presumen de rigor historiográfico, uno de estos autores citados es Viktor Zemskov, que fue entrevistado en el Instituto de Historia de la Academia de Ciencias rusa. En 1989, cumpliendo una directiva del Politburó de Mijail Gorbachov, la Academia de Ciencias, encargó a Zemskov aclarar un gran enredo; las dimensiones reales de la represión estalinista. Hasta entonces, el tema había estado en manos de quienes el profesor Moshe Lewin, define como, "personas con una fértil imaginación". En esa categoría se incluyen muchos "Cold warriors", cruzados de la "guerra fría". Algunos de ellos siguen hoy con el reloj parado.

En una entrevista extraída de La Vanguardia se define a Zemskov, como un hombre humilde y discreto, y en la que se puede leer que Víctor:

“…tuvo, por primera vez, acceso a uno de los sectores más secretos de los archivos del Ministerio del Interior (Mvd-Mgb) y de la policía de estado (OGPU-KKDV) de Stalin. Allí se encontró con una documentación pormenorizada y exhaustiva de la máquina represora de Stalin; el Gulag, las cárceles, la estadística de fusilados, deportados, etc. Resultó que el estado y sus matarifes llevaban las cuentas de sus crímenes y fechorías con el rigor de un esmerado y pedante oficinista.

Hace casi diez años que los documentos de estos archivos han hablado, pero Zemskov y sus conclusiones siguen siendo desconocidos. "A mi no me invitan a hablar por televisión", dice sin el menor atisbo de falsa modestia. Esta es la primera entrevista de Zemskov a un medio de prensa extranjero, porque nadie se había interesado por el testimonio del hombre que alteró las cifras, no la esencia, de uno de los grandes dramas del siglo XX.

En el momento culminante de la represión estalinista, el "gran terror" de 1937-1938 en la URSS se practicaron 2,5 millones de detenciones, y entre 1921 y 1953 se fusiló por motivos políticos a 800.000 personas. La cifra es tan impresionante que, a su lado, poco importa que hasta ahora se hablara de 20 millones de detenciones o de 7 millones de fusilados.

- ¿Existen cifras exactas sobre la represión estalinista?

- El criterio "represión" puede interpretarse de diferentes formas. Yo me limito a la "represión política", es decir a los incriminados según el artículo 58 del código penal ("actividad contrarrevolucionaria y otros crímenes graves contra el estado"), que fueron condenados a muerte o a otras penas. Entre 1921 y 1953, pertenecen a este grupo unos 4 millones de personas. De ellos, cerca de 800.000 fueron condenados a fusilamiento. Además, suponemos que alrededor de 600.000 murieron en presidio, por lo que las muertes políticas fueron 1,4 millones.

- ¿Incluye ésta cifra de 4 millones, de ellos 1,4 muertos, a los "kulaks" (campesinos acomodados), los pueblos deportados, etc?

- Los "kulaks" se dividían en tres categorías. Una es la de los detenidos y juzgados como delincuentes políticos. Estos sí que entran en nuestra estadística. Otra es la de los apresados y enviados a regiones del norte, y otra la de aquellos que simplemente eran expulsados de los pueblos y se buscaban la vida en las fábricas. Los dos últimos grupos, los más numerosos, no entran en nuestra estadística, de manera que entre los 4 millones el grupo de los "kulaks" es pequeño.

- ¿Por qué no los incluyen?. ¿Acaso el destierro al Norte y la deportación no son represión?

- Si, pero no eran juzgados. Sólo se les deportaba y se les confiscaba sus propiedades. Hay motivo para un debate...

- ¿O sea que si no está formalizado jurídicamente, todo eso no es represión?

- Es la única manera de distinguir a los represaliados políticos del sufrimiento general. Consideramos que a partir de 1918, cuando empieza la expropiación de los terratenientes, de los capitalistas, del clero, eran represaliados quienes eran detenidos por la VCHK (la policía de estado), aunque, incluso si no eran detenidos, todos estos grupos perdieron todas sus propiedades. Con los "kulaks" aplicamos el mismo criterio; los represaliados eran los detenidos, mientras que los deportados eran simplemente víctimas de las transformaciones socio-económicas, crueles e igualitaristas. Esa circunstancia puede aplicarse a la mayoría de la población de la URSS, pues, de una u otra forma, la gente sufrió; se pasaba hambre, se vivía mal, etc.

- Efectivamente, pero el concepto "represión" debe abrirse a otras víctimas de castigo terrorista, que frecuentemente sufrieron una enorme mortandad. Por ejemplo, los estudios más convincentes señalan que entre 1,1 y 1,2 millones de familias "kulaks" fueron destruidas en la colectivización, ¿cuántos miembros de ese colectivo de 5,5 a 6 millones de almas murieron?

- La cifra aún no se ha establecido. En la bibliografía se dan cifras absurdas de 6 a 10 millones de muertos, entre ellos de 3 a 7 millones en Ucrania. Pero gracias a la estadística demográfica sabemos que en 1932 en Ucrania nacieron 782.000 y murieron 668.000, mientras que en 1933 nacieron 359.000 y murieron 1,3 millones, Estas cifras incluyen mortalidad natural, pero está claro que la primera causa de muerte esos años fue el hambre.

- Los nacionalistas ucranianos consideran eso un genocidio nacional contra ucranianos, ¿está de acuerdo?

- No, porque esa misma situación se dio entre la población del Cáucaso del Norte, la región del Volga y Kazajstán, donde hubo hambrunas. Había que cumplir el plan confiscando parte de la cosecha, pero como, a causa de la sequía, no se alcanzaba lo necesario, confiscaron toda la cosecha. El estado cometió un crimen contra todos los campesinos, independientemente de su nacionalidad.

- Catorce nacionalidades de la URSS fueron deportadas por completo y 48 parcialmente. Sólo entre las etnias del Cáucaso se deportó a 650.000 personas en tres operaciones militares, vigiladas por un ejército de 100.000 hombres, sin contar 19.000 soldados del NKVD. ¿Qué se sabe de esa mortandad?

- En la propia operación de deportación no fue muy elevada. En el caso de los tártaros de Crimea, por ejemplo, murieron dos o tres personas en cada convoy ferroviario, en general ancianos. En total 191 personas. Pero al llegar a su destino, en Uzbequistán, murieron por decenas de miles. En los primeros años de destierro la mortalidad superó con creces a la natalidad. Sobre los chechenos, no se sabe con exactitud, pero por el camino tampoco murieron mucho, en cambio en su destino, sí.

- ¿Por qué la franja temporal 1921-1953?. ¿Acaso concluyó la represión después de 1953?

- Entre 1937 y 1953 la represión era mortífera. En su periodo más cruel, 1937-1938, fueron condenadas más de un millón trescientas mil personas de las que casi 700.000 fueron fusiladas. En 1951 fueron condenados casi 55.000, y en 1952, 29.000... Veamos ahora 1958, con Stalin ya muerto: los condenados fueron menos de 2000, entre ellos 69 personas a fusilamiento. Es decir, el volumen de la represión se redujo veinte veces en comparación con los primeros años cincuenta, y en centenares comparado con los años 30. A partir de Jrushov ya no hay una escala extraordinaria.

- ¿Que le parecen las cifras sobre represión y mortandad en la URSS barajadas durante la guerra fría?

- De lo que se trataba era de desacreditar al adversario. La sovietología occidental afirmaba que 50 o 60 millones habían sido víctimas de la represión, la colectivización, el hambre, etc. En 1976 Solzhenitsyn dijo que entre 1917 y 1959 en la URSS habían muerto 110 millones de personas. Es difícil comentar éstas tonterías. La realidad es que la población del país fue aumentando por encima del 1%, superando el crecimiento demográfico de Inglaterra o Francia. En 1926 la URSS tenía 147 millones de habitante, en 1937 162 millones, y en 1939 170,5 millones. Los censos son fiables, y sus cifras son incompatibles con matanzas de decenas de millones.

- ¿Cómo reaccionaron a sus cifras?

- Lev Razgón, un conocido literato, polemizó conmigo. Defendía que en 1939 había más de 9 millones de presos en los campos, cuando los archivos evidenciaban 2 millones. Se basaba en impresiones, pero tenía acceso a la televisión, donde a mi no me invitaban. Mas tarde comprendieron que yo tenía razón y se callaron.

- ¿Y en Occidente?

- El líder era Robert Conquest, cuyas cifras de represaliados y muertos quintuplican la evidencia documental. En general, la reacción de los historiadores fue de reconocimiento. Hoy ya son mis cifras las que se barajan en las universidades.

- ¿Hasta qué punto son exactos los archivos del Gulag, del NKVD, etc., a los que usted accedió por primera vez gracias a Gorbachov?

- La estadística del Gulag es considerada por nuestros historiadores como una de las mejores.

- ¿O sea, que los dirigentes conocían exactamente las dimensiones de su represión y de sus fusilamientos?

- Sí. Informaban regularmente a Stalin. Un solo caso de un preso desaparecido en un naufragio o fugado, genera todo un dossier de documentos y correspondencia.

- ¿Se conoce algo sobre cómo argumentaba Stalin y su entorno éstas matanzas y violencias?

- Creo que de lo que se trataba era de deshacerse de la gente que no cuadraba con el proyecto comunista de futuro, asi como de aquellos que tenían un gran instinto de preservación, aunque formalmente no fueran culpables de nada. Era una medida preventiva. Mólotov le dijo una frase reveladora al periodista Felix Chuyev; "no esperábamos a que nos traicionaran, nosotros tomábamos la iniciativa y nos anticipábamos a ellos".

- ¿Qué piensa como historiador? ¿Hasta qué punto es única la historia rusa desde el punto de vista de la gran mortandad política?

- Con respecto a la historia de Inglaterra del XVII, la Francia del XVIII y la Alemania del XIX, lo de Rusia es único en el sentido de que eso ocurrió en el siglo XX, cuando ya existía una economía compleja e integrada que se hundió con la revolución. Cuando H. G. Wells vino a Rusia en 1920, contempló un salvajismo total; se desmontaban las vías férreas, no había electricidad y todo se hundía, la gente moría de frío y hambre. Y antes de eso, aunque Rusia era periferia europea, había sido un país civilizado. Es decir, que cuanto más civilizado es un país, tanto menos deseable es la revolución, por las terribles consecuencias que ésta tiene.

- ¿Quiere decir, que la modernidad, en lo que tiene de capacidad de matar, es lo que hace más temible a Stalin que a Gengis Kan?

- Sí.

- ¿Tiene algo que ver el comunismo, la ideología, con todo esto? ¿Hasta qué punto tiene sentido para alguien que cree en Dios estudiar las víctimas de la Iglesia Católica masacradas en nombre de Dios?

- Tiene sentido porque no se puede creer en Dios de una forma absoluta, sino concreta. Todos aquellos desgraciados que quemaban en la hoguera, morían por creer de una forma "torcida", equivocada, diferente a la disciplina del Papa de Roma. ¿La ideología? Se construía una nueva sociedad y se necesitaba un hombre nuevo para el futuro comunista. Los que mataron en 1937 eran los irrecuperables. Se mataba a los superfluos.

- ¿Se puede acusar a Cristo por la inquisición, o a Marx por Stalin?

- Marx hizo su teoría para Europa, no para Rusia y menos aun para China. La represión no es posible en cualquier régimen comunista, sino sólo allí donde hay un fuerte y cruel despotismo, como en la Rusia de Stalin o en la China de Mao. Una represión como aquella ya no fue posible con Jrushov, Brezhnev o Deng Xiao Ping.

- ¿Qué pensó al entrar por primera vez en los archivos secretos del Gulag y constatar que las cifras de la represión eran mucho mas bajas de lo que todos creían y decían?

- Al principio me asombré. Luego comprendí rápidamente que en Occidente se habían engañado mucho al respecto, pese a lo cual, todas las conclusiones acerca del carácter terrorista del régimen, por la represión a la que sometió a la gente, mantenían toda su vigencia. Sobre todo para que nada de eso vuelva a repetirse”.

***

Nada pues, ni una sola línea que pueda justificar semejante instrumentalización de los grupos que parten del axioma de que el estalinismo fue primordialmente positivo, y que por lo mismo, los opositores estuvieron al servicio del imperialismo y del capital.



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miércoles, 11 de junio de 2008

La ilusión de la libertad en el Consumismo-Capitalismo: Libres de derecho, esclavos de hecho






“Aquellos que manipulan el mecanismo oculto de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder que gobierna nuestro país. Somos gobernados, nuestras mentes moldeadas, nuestros gustos formados, nuestras ideas sugeridas mayormente por hombres de los que nunca hemos oído hablar. Esto es un resultado lógico de la manera en que está organizada nuestra sociedad democrática. Grandes números de seres humanos deben cooperar de esta forma si quieren vivir juntos como una sociedad que funcione con fluídez. En casi cualquier acto de nuestras vidas, sea en la esfera de la política o de los negocios o en nuestra conducta social o en nuestro pensamiento ético, estamos dominados por un número relativamente pequeño de personas que entienden los procesos mentales y los patrones sociales de las masas. Son ellos quienes manejan los hilos que controlan la opinión pública" . (1)

Ya desde los orígenes mismos de la modernidad la búsqueda de la libertad se constituyó, junto con la razón, como el motor fundamental para los cambios políticos, económicos, sociales e individuales que estaban por venir tras la caída del viejo paradigma cristiano, tras la decadencia del Dios cristiano como eje central del funcionamiento político y económico de la sociedad. Los intelectuales revolucionarios de esta época confiaban plenamente en el uso de la sagrada razón, un camino por el cual el hombre debía conducirse hacia su completa emancipación, librándose con ello de todo tipo de tiranía política, económica, moral o espiritual. ¡Igualdad, libertad y fraternidad!, nos proclamaban a los cuatro vientos los cabecillas ilustrados de la revolución francesa.

La libertad individual, piedra angular de los valores liberales e ilustrados, debía conquistar lo antes posible su verdadero sentido como autonomía moral. Este hecho presuponía que cada persona debía tener su parte de responsabilidad en el ejercicio de la convivencia más allá del peso colectivo de la historia, por ello la libertad individual era absolutamente necesaria en el proceso de cambio que se estaba dando y que debía conducir al hombre en su trayecto desde las cadenas de la irracionalidad religiosa a la emancipación verdadera de la sociedad liberal ilustrada. La libertad guiando al pueblo de E. Delacroix (1830) se convierte en todo un símbolo de los valores ilustrados y modernos que recorrían la Europa de las postrimerías de la revolución francesa, valores que una y otra vez tratan de levantar su voz frente a la tiranía de los monarcas autoritarios y sus obsoletos valores religiosos esclavizadores, que no sólo sometían la libertad del pueblo, si no que atentaban contra la propia autonomía moral del individuo.

Libertad, se busca a toda costa la libertad. Libertad política, libertad económica, libertad social, libertad de prensa, de asociación y de culto, libertad moral y libertad de expresión, libertad de acto y de palabra. El hombre es un ser que nace libre y debe morir igualmente libre, sin estar sometido bajo la bota de ningún poder esclavizador. Lucha por el reconocimiento y búsqueda de la libertad se convierten ahora en una misma e inseparable cosa. De este modo, el proyecto Ilustrado es esencialmente un proyecto de búsqueda de autonomía, de libertad; de libertad de pensamiento frente a la autoridad, la religión o la tradición, de libertad moral y de libertad política. Como dijo Kant, la Ilustración es el paso a la mayoría de edad y se resume en el lema “atrévete a pensar”.

La ilustración debía avanzar hacia una sociedad ordenada desde la ciencia, la libertad y la igualdad, sea cual fuere el modelo político, económico o social que se planteara para ello. Por eso muchos autores han visto por igual en el liberalismo, el marxismo o el socialismo libertario sistemas políticos e ideológicos de connotaciones ilustradas. Se suponía que en el uso público de la razón, la luz de los hombres se expandiría hasta alcanzar a todos. La ilustración confiaba en el público y en el público cabe el pueblo entero y cada uno de sus individuos por separado, fueran de la clase social que fuesen. Ante la libertad, no debían existir diferencias para los hombres, pobres o ricos, explotadores o explotados. El optimismo de la ilustración, su fe más profunda, reside en que el hombre sólo puede ser feliz siendo libre entre los hombres. Así, el chispazo de la libertad acabaría generándose en cada hombre, tan solo con ser capaces de abrir el espacio público y privado donde el hombre pudiera intervenir directamente con su acción. La revolución liberal haría libre al hombre.

El optimismo de los ilustrados frente a las posibilidades de la razón y la libertad no tenía límites. La libertad se convierte por ello, junto a la razón, en una idea de carácter sagrado, que sobrevuela el cielo y cimenta los suelos de todo proyecto ilustrado, y que además es lo suficientemente poderosa en sí misma como para garantizar la adhesión emocional de las masas para con los proyectos de este tipo planteados. Pero, a pesar de tal poder de movilización, pronto se acabaría con el sueño ilustrado de ver en la razón y la libertad una combinación de elementos todopoderosos. Fue Sigmund Freud quien más duro golpeó sobre el caparazón sagrado de la libertad y la razón (otros autores posteriores, como Erich Fromm, acabarían por derrumbar tal sueño por completo). Con Freud y sus aportaciones teóricas el hombre pasó de nuevo a ser esclavo, dejó de ser libre de una tacada, pasó nuevamente a estar sometido; sometido, ni más ni menos, que por su propia naturaleza .

Con el psicoanálisis el hombre pasó de nuevo de ser un ser libre, a estar otra vez atado; atado por una lucha de fuerzas internas difícilmente controlables por vía de la racionalidad, una racionalidad a la cual someten y sojuzgan a su antojo tales fuerzas de carácter interior. La libertad plena del hombre se convierte así en una ficción. El hombre ya no sólo no es libre ante el mundo, la sociedad y sus instituciones, sino que ni tan si quiera es libre ante sí mismo . Oscuras fuerzas inconscientes gobiernan y determinan la formación de nuestra personalidad y el desarrollo de nuestra conducta, tanto o más que la voluntad libre y consciente. Aspiraciones, deseos, necesidades, pulsiones, pasiones y otros elementos reprimidos por la cultura y la voluntad, encuentran su acomodo en un oscuro lugar de nuestra mente, desde donde jamás dejarán de actuar, buscando siempre la manera de ser satisfechos convenientemente. El ser humano ya no se puede entender únicamente como un ser racional, los instintos ocupan y juegan un lugar preponderante, pues ellos conforman mecanismos que ponen en entredicho la racionalidad. De la misma manera, el ser humano ya no puede ser visto como un verdadero ser libre, pues existen fuerzas que están fuera del alcance de su control que condicionan convenientemente su conducta. El ser humano tiene capacidad racional y libre para tomar decisiones de propia voluntad, sí, esto es cierto como creían los ilustrados, pero no por ello deja de ser esclavo de sí mismo, esclavo de las órdenes no controlables de su propio incosciente.

Ahora, conocido esto por el hombre, la lucha por la emancipación ya no es sólo una lucha contra las fuerzas externas, sino también contra las propias fuerzas internas esclavizadoras. Es por ello que el psicoanálisis es presentado también como un método que se propone, a la larga, que el ser humano sea más libre. El psicoanálisis quiere contribuir a hacer visible lo que se encuentra reprimido para que esas pulsiones no gobiernen al yo de modo inconsciente, sino para que sean gobernadas de manera consciente por un yo adulto. La tarea del psicoanálisis es reincorporar esas pulsiones conflictivas. De nuestra capacidad para re-elaborar el contenido inconsciente dependerá nuestro crecimiento a una condición de adulto, en mayor libertad. Sin embargo, para nuestra desgracia, poco tardó en descubrirse que estos descubrimientos absolutamente revolucionarios y anti-ilustrados de Freud, en principio con aspiraciones liberadoras, podían ser también perfectamente usados para, sin tener que abandonar la apariencia de una sociedad y un sistema social, político y económico concienciado con la búsqueda de la libertad, profundizar en el proceso de sometimiento, esclavitud y alienación de las conciencias de los individuos de esa sociedad, algo que tan necesario se hace para la consolidación de un nuevo paradigma sacro-religioso que garantice la conservación y desarrollo de los privilegios propios de una clase dominante en el marco de un sistema socio-económico-político determinado.

Fue un sobrino estadounidense del propio Freud, Edward Bernays , el primero en percatarse del incalculable potencial que las teorías de su tío ofrecían al capitalismo y su visión del mundo, de la economía y del papel que el individuo debe jugar en la nueva sociedad consumista-capitalista que estaba emergiendo (2) . El razonamiento propuesto por este hombre, aunque con efectos devastadores para la libertad humana, fue sencillo: si es verdad eso de que el hombre está sometido por una serie de fuerzas, pulsiones, deseos y necesidades inconscientes que ni si quiera él mismo conoce, y que operando desde un oscuro lugar de la mente tienen capacidad para influir en la conducta del hombre, también lo será que, manipulando convenientemente estas pulsiones, deseos y necesidades ocultas, quien sea capaz de realizar tal manipulación será capaz también de influir directamente, sin que ellos lo sepan, en la conducta, el pensamiento y el comportamiento de estos sujetos, y todo ello, además, mientras que por la vía de los mecanismos conscientes habituales se les está diciendo que se hace justamente lo contrario .

Así, mientras oficialmente te pueden estar diciendo que se lucha por tu libertad, inconscientemente te someten y te esclavizan para que sientas, pienses y actúes de la manera que a los detentadores del poder social les parezca más oportuna. De esta forma, haciendo uso de esta estrategia verdaderamente siniestra, las clases dominantes podían seguir haciendo uso, a través de las percepciones conscientes del sujeto, del discurso ilustrado que busca la libertad y la emancipación del hombre, mientras que a nivel inconsciente se le manipula, se le guía y se le orienta convenientemente para que se mantenga sumiso y alienado a los valores propios del sistema, tanto para la adquisición de productos en el mercado (publicidad), como para su adhesión emocional e irracional con el modo de vida y los intereses propios de éste y de las clases dominantes que controlan su funcionamiento (propaganda). Publicidad y propaganda pasan a ser así una misma cosa, sin distinción entre ellas. La publicidad ya no se limita sólo a la venta de un producto, sino que a su vez te inculca también un modo de vida, un sistema de valores y un código cultural de comportamiento social y político, previamente establecido y demostrado como eficaz y eficiente tanto para el correcto funcionamiento del sistema económico vigente, como para el mantenimiento del status quo y los privilegios de las clases dominantes (3) .

En su ensayo “Propaganda”, el propio Edward Bernays reconoce que ha tomado las ideas de su famoso tío para aplicarlas a la naciente ciencia de la persuasión de masas. La única diferencia consistía, como hemos dicho, en que en lugar de usar estos principios para descubrir temas ocultos en el inconsciente humano y tratar de llevarlos de vuelta al campo de la consciencia, como lo hace la psicología freudiana, Bernays usó estas mismas ideas para disfrazar agendas y para crear ilusiones que engañan y distorsionan las cosas, con fines de marketing primero, y de orientación y manipulación política y existencial después. El propio Josef Goebbels, ministro de la propaganda de Hitler, se cree que estudió de cerca los principios de Bernays cuando estaba desarrollando la popular lógica que utilizaría después para convencer a los alemanes de las “ bondades ” del régimen nazi. Además, estos primeros manipuladores de masas se presentaban a sí mismos como realizadores de un servicio moral para la humanidad en general. La libertad, según ellos, era demasiado pesada para la gente, por ello las masas necesitaban que les dijeran que pensar, pues en su absoluta fragilidad mental eran incapaces de pensar racionalmente por sí solos.

Así, podemos decir, sin miedo a equivocarnos, el consumismo-capitalismo había logrado encontrar la cuadratura del círculo: A través del psicoanálisis y sus planteamientos teóricos las clases dominantes podían seguir defendiendo un discurso libertario y emancipador, de acuerdo a las exigencias conscientes de las masas según el espíritu ilustrado propio de la época, mientras de manera oculta podrían operar con todo un mecanismo psicológico de sumisión y alienación de la consciencia de éstas a través del estudio, control y manipulación de sus ideas, pulsiones, deseos y necesidades inconscientes .

Esto es: por un lado, las clases dominantes podían continuar con su discurso ilustrado de búsqueda de libertad sin límites para cada miembro de la sociedad, un discurso que las masas recibirían a través de sus mecanismos perceptivos e intelectuales conscientes y que conecta de manera directa con sus demandas más profundas según el espíritu propio de la época (una época donde la búsqueda de libertad es en sí misma un motor social y político), mientras que por el otro se les manipulaba inconscientemente de tal manera que se convierte a los individuos en simples emisores pasivos de un modo de vida y unas orientaciones políticas e ideológicas previamente determinadas. Un plan, hemos de decirlo, absolutamente brillante y que sigue teniendo plena vigencia –y cada vez con más éxito- en la actualidad.

La gente en la actual sociedad consumista-capitalista y sus valores subyacentes cree saciadas sus históricas aspiraciones de libertad y reconocimiento, aunque en nombre de esa supuesta libertad (secuestrada por el sistema) no sólo se cometan todo tipo de arbitrariedades y barbaridades, sino que se sigue esclavizando, sometiendo, guiando y alienando la voluntad emancipadora de las masas . Un plan, como decimos, realmente brillante y efectivo, tal vez el más brillante de cuantos se haya podido urdir nunca antes en la historia para tal efecto de manipulación y control de masas. En otras palabras, como bien afirma Alfonso López Quintás (4) “ En nuestra actual sociedad todo parece emprenderse y realizarse en virtud del ideal de libertad. Se defiende como algo consabido, no sometible a matización alguna, y mucho menos a crítica o a recorte, el derecho absoluto a la libertad de expresión. En virtud de tal libertad, se practican toda suerte de manipulaciones y apenas hay quien delate el peligro de que tal actividad quebrante la libertad real de la mayoría de las personas y grupos que integran el pueblo al que se dice servir. Se reclama como un derecho inalienable de toda persona la libertad para hacer toda clase de manifestaciones propagandísticas, pero se silencia el hecho nada baladí de que tal libertad sólo la poseen en realidad unos pocos privilegiados merced a su poder económico. Tropezamos aquí con una gran trampa en la que estamos llamados a caer de bruces si aceptamos ciertos planteamientos que hoy se dan por incuestionables en nuestra sociedad ”.

Y no podría estar más de acuerdo con esta cita, especialmente con esa última frase que cierra la intervención: ―” Tropezamos aquí con una gran trampa en la que estamos llamados a caer de bruces si aceptamos ciertos planteamientos que hoy se dan por incuestionables en nuestra sociedad ” ―. La sacralización que las clases dominantes han hecho de la libertad a través de su vinculación con las estructuras simbólico-sagradas de la sociedad, así como el secuestro que de tal término han llevado a cabo, conduce al sujeto a vivir bajo la creencia de que con la defensa del consumismo-capitalismo como modelo hegemónico de sociedad, se está haciendo en sí misma una defensa de la libertad, aun cuando la realidad, bien analizada, nos dice todo lo contrario.

No sólo no vivimos en una sociedad donde la búsqueda de la libertad humana ocupe un espacio primordial entre los objetivos buscados por las clases dominantes que la dirigen y controlan (demasiado preocupados ya, como para pararse a esto, en buscar la defensa de sus intereses, el mantenimiento de sus privilegios y la maximización de su poder y sus beneficios políticos y, sobre todo, económicos), sino que además vivimos manipulados constantemente por una serie de ideas y conceptos que han sido sacralizados como absolutos e incuestionables, y que penetran por vía consciente e inconsciente hasta en lo más profundo de nuestras vidas. Educados para defender unos intereses que no son los nuestros, adiestrados para hacer nuestros los objetivos de un sistema que nos explota, somos sistemáticamente humillados y no queremos darnos cuenta.

Vivimos pues, según se desprende de todo esto, no en el reino de la libertad, no en el paraíso de la emancipación, sino, más bien, en una desconcertante idealización consciente de la libertad que nos dirige de lleno a un riguroso estado de necesidad y desconsuelo inconsciente, que se revela, como en todo otro periodo pasado de carácter religioso y dominado por una élite explotadora, opuesto a la libertad, es decir, antagónico a la lucha histórica del hombre por avanzar en la búsqueda de la auténtica y genuina libertad, que no es otra que la libertad de ser y pensar por uno mismo, para uno mismo y para los demás (5) .

Notas:

1) Edward Bernays. " Propaganda ". 1928. Pueden encontrarlo aquí (en Inglés):

http://militant.org/files/propaganda.pdf

2) Se recomienda ver el documental de la BBC " El siglo del individualismo ", donde el propio sobrino de Freud, Edward Bernays, explica cómo se logró identificar la democracia con el consumo, y cómo el sistema capitalista y las grandes corporaciones controlan la mente de las masas con la manipulación de los instintos. Pueden encontrarlo aquí:

http://www.tu.tv/videos/el-siglo-del-individualismo

3) Para entender mejor el modo en como la publicidad se orienta a la búsqueda y fomento de las necesidades y pulsiones inconscientes del sujeto puede consultarse el libro de V. Packard, “ las formas ocultas de la propaganda ”, Editorial sudamericana, Buenos Aires, 1964

4) Alfonso López Quintás. " La revolución oculta ". PPC, Madrid, 1998, Pag. 16

5) En la siguiente animación-flash se puede ver una interesante reflexión diseñada por la " Sociedad Internacional de las libertades individuales " (ISIL, por su siglas en Inglés), acerca de cual pudiera ser una buena base para la creación de esta sociedad verdaderamente libre:

http://www.isil.org/resources/introduction-spanish.swf

Pedro Antonio Honrubia Hurtado. Estudiante de filosofía de la Universidad de Granada (Andalucía).

martes, 3 de junio de 2008

Cambiar o morir

Nuestro pais tiene 2 claras opciones. Una de ellas es cambiar profundamente. Tan profundamente que para algunos va a quedar irreconocible. La otra opcion es morir. Con esto quiero decir que si no se cambia el rumbo, el resultado puede ser el colapso total.
La Argentina del siglo XX, la Argentina de la inmigracion europea, la Argentina occidental y "potencia" esta muerta, no existe y probablemente nunca fue lo que se penso que era.
No hay una fecha de inicio para ese pais y tampoco una fecha de vencimiento. Fue largo el proceso que dio como resultado un imaginario que todavia hoy es dominante. Para entender lo que fue la Argentina en el siglo XX hay que tener claro que fue imaginada primeramente por la clase ilustrada porteña del siglo XIX. Esta clase salió triunfante de las luchas por el poder y el plan que llevaron a cabo habia sido elaborado por sus intelectuales. Estos hombres habian llegado a la conclusion que el pueblo argentino no era apto para el desarrollo como ellos lo entendian, entonces se pusieron como objetivo eliminarlo. Esto se iba a lograr un poco por medios violentos(recordar la frase de Sarmiento:"no ahorre sangre de gaucho"), un poco por medio de la "educación"y principalmente por medio de la inmigracion que tenia que supuestamente invisivilisar al pueblo criollo. Todos estos objetivos fueron cumplidos y la Argentina cambio profundamente.
Pero este proyecto de pais tenia sus fallas y a mi parecer la principal era que dependendia excesivamente de la influencia de Europa y de EE.UU. Tenia sentido pensar en "atarse" a Europa hace 200 años, pero ya no. La situacion cambio. Europa no es "el" centro de poder que fue antes, ahora es "un" centro de poder, un continente que se esta amurallando para intentar detener la invasion de los pueblos que ellos habian dominado.Argentina debaria de dejar de pensarse como un apéndice de Europa. Hay algunos puntos que quiero resaltar con respecto al cambio que se viene produciendo y que dio como resultado el fin de la Argentina del siglo xx:
Primero:La poblacion argentina pasó de ser principalmente de origen inmigratorio del sur de Europa(tipicos latinos de España e Italia) a ser multietnica, sin ningun grupo tnico que sea claramente el mayoritario. Esto sucedio a causa de la inmigracion masiva de paises limitrofes mas Peru y la tasa de natalidad mas alta de ellos. Tambien habria que sumar a eso la migracion interna de las provincias extra-pampeanas que mantenian su poblacion mayoritariamente criolla e indigena. Y tambien agregaria la inmigracion de Asia y Africa y la tasa de natalidad altisima de los indigenas y alguno criollos argentinos.
Segundo: La economia paso de ser incipientemente industrial a estar orientada mayoritariamente al rubro de servicios y se volvio otra vez a depender enormemente de la produccion agropecuaria como en el siglo XIX. Se puede sumar a esto el fin de la gran-burgesia nacional y de las empresas nacionales que estan hoy dia en manos de extranjeros(La excepcion es techint). Tambien vemos la normalizacion de la precarizacion en los trabajos, el resurgimiento del trabajo esclavo y el descenso en la insersion social de la juventud y en amplias capas de la poblacion. Vemos tambien el resurgir de las identidades etnicas en los descendientes de inmigrates y en los grupos indigenas, como tambien en algunos grupos criollos.
A esto le sumaria el descenso del porcentaje de católicos y el ascenso meteorico de los grupos evangelistas(aunque tambien hay otros grupos religiosos que viene creciendo aunque mas modestamente, como los islamicos)
Tercero:La inestabilidad politica es algo que nos deja el siglo XX a los argentinos, pero se vislumbra ya una gran crisis que posiblemente pondra fin a las normas politicas como las conocemos. Al haberse acabado la "opcion militar" se puede ver el vacio ideologico en la politica y la debilidad crónica del estado nacional. Mientras que en el siglo XX no habia duda del control argentino sobre el territorio. hoy existe una extranjerizacion sin precendentes y grandes extensiones de la Argentina sin presencia estatal en absoluto y si a esto sumamos la debilidad del ejercito argentino y de las demas fuerzas armadas se puede ver que estamos bastante parecido como estabamos en la primera mitad del siglo XIX y tal vez volvamos al caos de esa época.
Por estas razones creo que es necesario un cambio cualitativo en la Argentina y que de no producirse podemos llegar a ver el colapso del Estado argentino. Ese cambio debe ser radical. Lo que necesita Argentina es una Revolucion.
¡¡¡Viva Argentina!!!
¡¡¡Viva la Revolucion Nacionalista!!!