Buscar este blog

martes, 14 de mayo de 2013

La coherencia en la vida o cuando la ideología choca contra la realidad

Soy un ultra-nacionalista. Mas que eso. Soy un ultra-nacionalista étnico  No creo que la Argentina sea un envase que defina el contenido. Es decir: no me como el cuento del himno, de la banderita y todo eso. Creo que la Argentina es una comunidad orgánica unida por lazos de sangre. Me molesta que este país este lleno de extranjeros raciales, mas allá de que tengan o no los papeles que digan que son "argentinos". Tan nacionalista étnico soy que no considero realmente argentinos ni siquiera a gente que puede rastrear sus ancestros a varios siglos atrás si es que son de otro grupo étnico.Creo que la nación son los genes mas la cultura. Pero mientras la cultura puede cambiar radicalmente en poco tiempo, no pasa lo mismo con la herencia biológica, que tarda mas en hacerlo. Creo que la homogeneidad racial es fundamental para darle fortaleza a un pueblo.
Dicho esto tengo que reconocer también que la realidad que me toca vivir es justamente lo contrario a mi ideal. Argentina es hoy un mosaico de gente provenientes de todas las esquinas de la tierra. Es la realización del proyecto universalista. ¿O no demuestra la Argentina que la gente de todo el mundo puede vivir en armonía? Judíos y musulmanes. Blancos y negros. Chinos y japoneses. Gente que en otros lados se lleva mal acá se respeta y vive lado a lado.
Mas allá de que esa idea(la de la armonía) sea, si se la analiza imparcialmente, una mentira mas grande que una casa, tengo que reconocer que si hay paz en este país. La paz propiciada por la derrota de los argentinos a manos de las hordas extranjeras que casi nos extinguen.
Volviendo al tema de este articulo tengo que decir que ser nacionalista étnico no es excluyente con otras ideas y posiciones ideológicas. Si el objetivo es derrotar al sistema y crear algo nuevo es evidente que no alcanza con el nacionalismo. Es necesario una lucha que incluya de nuestro lado a otra gente que no tiene que compartir nuestra opinión en nada mas que en la necesidad de destruir al sistema.
Hay que convertirse de la idea de la resistencia a la idea del ataque. Hay que ir de una posición pasiva a una ofensiva. Considero mucho mas respetable a gente que luche pero no piense como yo a gente que piense como yo pero no luche.
Si el sistema no es derrotado no hay posibilidad de construir nada nuevo. Es sobre las ruinas, o mejor aun, lejos de las ruinas del sistema que se va poder empezar algo bueno, algo por lo que valga la pena sacrificarse.
Volviendo a lo que decía al principio, ser un nacionalista étnico no significa ser un genocida en potencia ni nada por el estilo. Es mas bien tener en cuenta a la lucha de los ancestros, a los que se sacrificaron por la patria y a los que van a nacer que provengan de nosotros. Nada de esto se contradice con respetar a otros grupos humanos. Se puede vivir en paz. A lo que hay que oponerse es a la hipocresía y a la paz de los vencedores, que son los continuadores de la lucha genocida contra el pueblo argentino.

No hay comentarios: